Al querer calificar las impresiones de nuestro viaje a Cerdeña, nos hemos dado cuenta de lo difícil que es adjetivar una isla de sus características. En nuestro caso, creo que el adjetivo más adecuado sería “Sorprendente”.
Sí, sorprendente, sorprendente porqué aunque al leer la guía que nos recomendasteis nos dimos cuenta de que había una gran diversidad de actividades, -principalmente culturales-, para llevar a cabo, las posibilidades reales que ofrece Cerdeña no las detectas hasta que estás en la isla.
Cuando empiezas a buscar información sobre este destino, lo primero que te llega son las revistas especializadas que las agencias de viaje y Tour operadores redactan y en las que “venden” Cerdeña como un destino de sol y playa. La verdad es que nosotros no buscamos esto en un destino vacacional ya que de “sol y playa” ya disponemos en nuestras costas.
Durante los 15 días que hemos estado en Cerdeña, hemos podido descubrir que en esta destinación mediterránea el turismo de sol y playa es una ínfima parte de lo que puede ofrecer como destino turístico ya que su oferta de turismo histórico cultural es inmensa. Pero en ella también se pueden desarrollar diversas actividades de turismo específico, (sobre todo actividades deportivas indistintamente de mar como de montaña), como también arqueológico, gastronómico, antropológico, etnológico, etc.
Nosotros, visitamos muchos lugares interesantes tanto a nivel paisajístico como monumental y también hicimos diversas excursiones de trekking: iglesias, monasterios, museos, restos arqueológicos, necrópolis, cuevas, pueblos y ciudades (que no detallaremos aquí por su gran cantidad y diversidad), montañas como el Gennargentu, el Sopramonte, el Monte Arci, etc. y aunque en menor cantidad playas como is Arrutas, is Arenas, Cala Luna, Marina de Sorso, etc.
Un punto y aparte merecen los Nuraghes, las tumbas de gigantes y todo lo relacionado con la Cultura Nurágica. Las construcciones son espectaculares y los diversos elementos que puedes ver en los museos, preciosos.
Conversando con los habitantes de Cerdeña sobre la cultura Nurágica, todos coincidían en decir lo poco conocida que era para la mayoría de visitantes europeos, e incluso el gran desconocimiento Nurágico que había en la propia península Itálica.
Cuando descubres todos estos sitios maravillosos e interesantes, con tanta historia y tanto potencial cultural te preguntas: ¿Cómo es posible que un lugar tan cercano a nosotros nos sea tan desconocido? ¿Cómo es posible que esté tan poco promocionada como destinación de turismo cultural?
Y de los nativos ¿qué decir?, toda la gente con que tuvimos relación durante nuestra estancia nos trataron de maravilla, entablamos muchas conversaciones, todos ellos, fueron muy amables y se esforzaban en hablar pausadamente para que les pudieses entender.
A nosotros, nos dio la impresión de reencontrarnos con nuestra cultura más tradicional. Por su forma de hacer y llevar a cabo las actividades cotidianas y el modo de relacionarse con los demás nos recordó muchísimo la vida que se llevaba en los pueblos en nuestra infancia. La gente es reservada, no quiere indagar sobre tu persona o actividades, pero al mismo tiempo si entras en conversación con ellos se muestran abiertos y dialogantes. En el fondo, se denota su origen y la influencia cultural mediterránea en general y catalana en particular.
Para terminar, en relación a los alojamientos en los que estuvimos no vamos a descubrir nada que no sepáis. Al menos en nuestro caso se nota que los filtráis mucho y los seleccionáis con decoro.
Solo comentar que en Baratili San Pietro cenamos cada día con ellos ya que merecían mucho la pena las cenas, no solo por su comida sino también por la forma en que se llevaban a cabo. Aunque tienen un “problema” se alargan casi 3 horas. Los dueños de “S’omu” Bernadette y Maximino son muy atentos, además su hija habla castellano así que puedes obtener mucha información y sugerencias de lugares para visitar y actividades a llevar a realzar.
Michelle de “Kastrum” es muy atento, sin pedírselo nos proporciono toda la información necesaria para visitar y movernos por Cagliari. La ubicación en Castelo es ideal para visitar la ciudad y la terraza del B & B es fabulosa.
“Guthiddai” es una localización estupenda sobre todo por su entorno y como punto de partida para excursiones por la montaña. Las cenas también ofrecen un gran nivel.
Finalmente “San Pantaleo”, en Sorso, es un lugar especial. En esta casa notas la historia de la misma a través de todos los objetos que contiene. Además nosotros mantuvimos largas conversaciones con Giovanni y, a través de las mismas pudimos aprender más sobre la historia, la situación y la problemática actual de la isla. Sus habitaciones y su terraza también son estupendas.
Sí, sorprendente, sorprendente porqué aunque al leer la guía que nos recomendasteis nos dimos cuenta de que había una gran diversidad de actividades, -principalmente culturales-, para llevar a cabo, las posibilidades reales que ofrece Cerdeña no las detectas hasta que estás en la isla.
Cuando empiezas a buscar información sobre este destino, lo primero que te llega son las revistas especializadas que las agencias de viaje y Tour operadores redactan y en las que “venden” Cerdeña como un destino de sol y playa. La verdad es que nosotros no buscamos esto en un destino vacacional ya que de “sol y playa” ya disponemos en nuestras costas.
Durante los 15 días que hemos estado en Cerdeña, hemos podido descubrir que en esta destinación mediterránea el turismo de sol y playa es una ínfima parte de lo que puede ofrecer como destino turístico ya que su oferta de turismo histórico cultural es inmensa. Pero en ella también se pueden desarrollar diversas actividades de turismo específico, (sobre todo actividades deportivas indistintamente de mar como de montaña), como también arqueológico, gastronómico, antropológico, etnológico, etc.
Nosotros, visitamos muchos lugares interesantes tanto a nivel paisajístico como monumental y también hicimos diversas excursiones de trekking: iglesias, monasterios, museos, restos arqueológicos, necrópolis, cuevas, pueblos y ciudades (que no detallaremos aquí por su gran cantidad y diversidad), montañas como el Gennargentu, el Sopramonte, el Monte Arci, etc. y aunque en menor cantidad playas como is Arrutas, is Arenas, Cala Luna, Marina de Sorso, etc.
Un punto y aparte merecen los Nuraghes, las tumbas de gigantes y todo lo relacionado con la Cultura Nurágica. Las construcciones son espectaculares y los diversos elementos que puedes ver en los museos, preciosos.
Conversando con los habitantes de Cerdeña sobre la cultura Nurágica, todos coincidían en decir lo poco conocida que era para la mayoría de visitantes europeos, e incluso el gran desconocimiento Nurágico que había en la propia península Itálica.
Cuando descubres todos estos sitios maravillosos e interesantes, con tanta historia y tanto potencial cultural te preguntas: ¿Cómo es posible que un lugar tan cercano a nosotros nos sea tan desconocido? ¿Cómo es posible que esté tan poco promocionada como destinación de turismo cultural?
Y de los nativos ¿qué decir?, toda la gente con que tuvimos relación durante nuestra estancia nos trataron de maravilla, entablamos muchas conversaciones, todos ellos, fueron muy amables y se esforzaban en hablar pausadamente para que les pudieses entender.
A nosotros, nos dio la impresión de reencontrarnos con nuestra cultura más tradicional. Por su forma de hacer y llevar a cabo las actividades cotidianas y el modo de relacionarse con los demás nos recordó muchísimo la vida que se llevaba en los pueblos en nuestra infancia. La gente es reservada, no quiere indagar sobre tu persona o actividades, pero al mismo tiempo si entras en conversación con ellos se muestran abiertos y dialogantes. En el fondo, se denota su origen y la influencia cultural mediterránea en general y catalana en particular.
Para terminar, en relación a los alojamientos en los que estuvimos no vamos a descubrir nada que no sepáis. Al menos en nuestro caso se nota que los filtráis mucho y los seleccionáis con decoro.
Solo comentar que en Baratili San Pietro cenamos cada día con ellos ya que merecían mucho la pena las cenas, no solo por su comida sino también por la forma en que se llevaban a cabo. Aunque tienen un “problema” se alargan casi 3 horas. Los dueños de “S’omu” Bernadette y Maximino son muy atentos, además su hija habla castellano así que puedes obtener mucha información y sugerencias de lugares para visitar y actividades a llevar a realzar.
Michelle de “Kastrum” es muy atento, sin pedírselo nos proporciono toda la información necesaria para visitar y movernos por Cagliari. La ubicación en Castelo es ideal para visitar la ciudad y la terraza del B & B es fabulosa.
“Guthiddai” es una localización estupenda sobre todo por su entorno y como punto de partida para excursiones por la montaña. Las cenas también ofrecen un gran nivel.
Finalmente “San Pantaleo”, en Sorso, es un lugar especial. En esta casa notas la historia de la misma a través de todos los objetos que contiene. Además nosotros mantuvimos largas conversaciones con Giovanni y, a través de las mismas pudimos aprender más sobre la historia, la situación y la problemática actual de la isla. Sus habitaciones y su terraza también son estupendas.
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